La actividad se dividió en 2 partes. Al inicio se realizó una discusión acerca de los retos y oportunidades desde el punto de vista de productores y consumidores. En la segunda parte se invitó a diseñar un empaque que recogiera estos 2 aspectos establecidos en la primera etapa y mediante la innovación, se generarán oportunidades y soluciones a dichas situaciones.
En la tertulia surgieron los siguientes ejes fundamentales.
Productor de empaques ecológicos: En el mercado hay una confusion de terminos. Lo que las cadenas de consumo masivo ofrecen como “Bio”, por ejemplo, las bolsas biodegradables en realidad no lo son. Algunos componentes pueden ser de carácter “bio”, pero no son bolsas que se descompongan fácilmente. El principal reto para el productor es asumir el costo de fabricación de los empaques ecológicos ya que son difíciles de comercializar porque las bolsas comunes ya están posicionadas en el mercado, ¿Como podemos volver masivo el uso de las bolsas biodegradables? En cuanto al mercado, uno de los principales problemas es que hay mayor demanda de empaques biodegradables en el exterior que en nuestro propio país. En temas de certificación y normativas hay muchas trabas a la hora de fabricar empaques. Existen algunos aspectos o criterios de evaluación que influyen al momento de entrar al mercado a competir con productos ya posicionados en el imaginario de los consumidores y productores de alimentos orgánicos, que definitivamente presentan costos muy altos para los productores de empaques. El reto está en innovar compitiendo con productos que garanticen las conservación del alimento según los estándares de calidad establecidos por la ley. Se debe de alguna forma promover dentro del país los beneficios del uso de empaques orgánicos, resaltando el impacto positivo en aspectos sociales, económicos y ambientales con el fin de lograr incrementar la demanda y lograr el objetivo de llegar a cada uno de los hogares Colombianos.
“Necesitamos idear e imaginar empaques que puedan conservar el sabor y refleje las características culturales detrás del alimento, que lleguen a los mercados populares, que reflejen un claro impacto positivo para el ambiente, que se puedan reutilizar para beneficiar el bolsillo del productor de alimentos, que deje respirar el producto para mantenerlo fresco por mayor tiempo y que cumpla con todas las certificaciones.”
Productor alimentos orgánicos:¿Cómo hacer para que los consumidores prefieran los alimentos orgánicos frente a los industriales? ¿Los consumidores cómo perciben nuestro producto? El reto radica en reflejar que los alimentos realmente pueden competir con los que están en el mercado. Esto implica preocuparse por el empaque que se está utilizando actualmente para darle un valor agregado al alimento. Pero los productores se encuentran con el problema de que un material ecológico tiene un costo altísimo que no pueden asumir y deciden retomar la oferta en los empaques que ya están presentes en el mercado y que usualmente no son atractivos a la vista del consumidor.
También está el tema de las porciones. En un restaurante por ejemplo se deben desarrollar empaques pequeños que permitan al consumidor llevar porciones a casa. Asimismo, en alimentos líquidos (sopas y jugos) es muy difícil dejar de utilizar poliestireno expandido (icopor), se sabe que es contaminante y perjudicial para la salud, pero hasta ahora no hay ningún otro material que permita mantener el calor y aislarlo al tacto de los consumidores. De igual manera, es un material muy económico por lo tanto es un reto dejar de utilizarlo. Los productos que presentan más problemas para lograr conseguir un empaque que se adapte a todos los requerimientos necesarios son los productos cárnicos, los pescados y las pastas frescas.
En conclusión, desde el punto de vista del productor de alimentos “Se necesitan empaques que sirvan para porcionar los alimentos, que al final de su vida útil puedan descomponerse fácilmente y que reflejen la labor que se está realizando detrás de cada uno de los productos servidos en la mesa para lograr crear un diferenciador en el mercado”.
Consumidor: Lo primero que ellos evalúan al comprar un producto es el reconocimiento de la marca en el mercado, para lo cual definitivamente el empaque influye casi en el 90% de la compra. También están atentos a temas de certificación como el Invima que garantice que el producto es comestible y no representa ningún riesgo para la salud. Hay una gran tendencia a preferir productos orgánicos por lo cual en los últimos años los consumidores están mirando cada vez más la etiquetas, pero ellos afirman que la mayoría de veces no entienden lo que dice.
En la siguiente etapa, después de comprar el alimento ellos afirman: “Es muy triste evaluar diferentes aspectos del producto y ratificar que son sanos y hacen bien al cuerpo, pero al momento de llegar a la casa dicho alimento presenta una gran cantidad de empaques innecesarios que finalmente como consumidores vamos a desechar de inmediato” Estos empaques extras tienen una vida útil muy corta, siempre terminan en el basurero en menos de media hora. Lo cual indica que el consumidor no solo debe preocuparse por el origen de los alimentos y su transformación natural sino que los empaques deben ser también una preocupación en el mismo orden jerárquico que el origen, ya que el consumidor con su compra puede estar logrando un impacto positivo en la sociedad y en la economía local, pero en el ambiente la visión es bastante limitada.
En temas de atracción y estimulación del consumo es bien importante innovar en cuanto a materiales que evidencien las propiedades nutritivas del alimento, que use etiquetas que permitan conocer la trazabilidad del producto y quienes son las personas que están detrás en todo el proceso de transformación. Muchas veces los consumidores no saben elegir productos por desconocimiento del tema y desconfianza. Es evidente que falta un aspecto educativo en torno al consumo responsable por lo cual se podrían implementar campañas de concientización para generar cambios en el pensamiento del consumidor de forma gradual, de tal manera que todos los días se puedan dar tips para que el ciudadano identifique qué alimentos comprar y saber reconocer todo lo que rodea al producto, esto incluye sin duda alguna el empaque. Por esa desinformación, los consumidores están acostumbrados a ir al mercado y buscar siempre los mas barato sin pensar en el origen.
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